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La investigación busca comprender cómo los bosques de coihue, raulí y roble pellín responden al cambio climático, a partir del análisis de su perfil lipídico y metabólico.
El Parque Nacional Conguillío fue el lugar de los primeros muestreos realizados por la Dra. Jasna Valentina Campos. En junio y septiembre del presente año, la investigadora postdoctoral de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) visitó esta locación, muestreando especies del género Nothofagus en el hábitat de tres cuerpos de agua: Laguna Verde, Lago Conguillío y Laguna Quepe. Esto, en el marco del proyecto Fondecyt Postdoctorado titulado: “Caracterización metabólica y lipídica de tres especies endémicas del género Nothofagus, Nothofagus dombeyi (coihue), Nothofagus alpina (raulí) y Nothofagus oblicua (roble pellín) en el Parque Nacional Conguillío de la Región de la Araucanía en Chile”.
La investigación busca comprender cómo estas especies nativas responden a condiciones de estrés ambiental asociadas al cambio climático y su variabilidad estacional, generando conocimiento fundamental para la conservación y manejo de bosques chilenos.
El género Nothofagus, que incluye especies como coihue, raulí y roble pellín, es característico de los bosques chilenos. El objetivo de estas primeras tomas de muestras es conseguir material vegetal para comenzar con la caracterización química de estas especies, en particular de las especies que no son caducifolias, es decir, que no pierden sus hojas en todo el año. “En este caso analizamos la especie Nothofagus dombeyi o coihue, ya que N. alpina y N. oblicua serán muestreadas en verano y en otoño temprano, que es cuando poseen hojas”, explicó la investigadora.
Avance en el perfil lipídico
De esta forma, en el coihue se espera ver cambios en el perfil lipídico entre invierno y primavera. “Laguna Verde presentó una disminución considerable en su cuerpo de agua, en invierno estaba seco y ahora no, por lo que debiésemos ver respuestas de la planta a la disminución hídrica del lago. Esperamos que estos factores ambientales produzcan una variación en el perfil lipídico del árbol, específicamente en ácidos grasos”, agregó.
Por medio del análisis de lípidos como biomarcadores, el proyecto buscará analizar los ácidos grasos, ceras y fitoesteroles presentes en las hojas de coihue. “Por medio de cromatografía gaseosa se caracterizará y cuantificarán estos biomarcadores. Luego, se hará una comparación entre estaciones contrastantes invierno versus primavera, considerando las tres locaciones de lagunas”, complementó.
Los análisis están en proceso, por lo que se esperan que sean resultados contrastantes, dado que se consideraron muestras de dos estaciones del año. “Hay un cambio drástico en los factores ambientales. Esperamos que eso se refleje en los análisis”, explicó.
A futuro, el proyecto contempla continuar con muestreos en la temporada de verano, para añadir el contraste a las estaciones de primavera, otoño e invierno. Sin embargo, es importante considerar la misma edad ontológica de las hojas para las tres especies. “Nothofagus alpina y N. oblicua, en este momento están brotando sus hojas, por ende, en verano conseguiremos hojas maduras. Es importante señalar que consideraremos para las tres especies el mismo tipo de hoja. Así no habrá ruido respecto a la edad de la hoja”, complementó.
Un hotspot del cambio climático
El Parque Nacional Conguillío es una locación afectada por la sequía, por ende, se considera un punto clave para comprender el cambio climático. Cabe destacar que las muestras obtenidas en los tres cuerpos de agua son adyacentes a los lagos, esto para ver con mayor precisión las afectaciones hídricas. Para ello fue esencial el apoyo del académico Dr. Sergio Contreras, quien es su profesor patrocinante y de CONAF para conseguir los permisos necesarios para adquirir las muestras.
A futuro, se espera obtener un perfil metabólico para las tres especies del género Nothofagus. Sin embargo, en el perfil lipídico de Nothofagus dombeyi se tendrán todas las estaciones. “Considerando que no pierde sus hojas, cada vez que vayamos a terreno tendremos material vegetal. Los otras dos especies dependen de la estación. Es un trabajo en terreno muy desafiante, ya que buscamos muestras que no tengan daño antropogénico, por ende, es de difícil acceso”, agregó.
Finalmente, los resultados iniciales serán presentados en el XII Congreso de Física y Química Ambiental que se desarrollará en el próximo mes de octubre en la Universidad del Bío Bío.