Sara M. Rodríguez, titulada de Biología Marina UCSC: "Ser bióloga marina es una pasión más que una profesión”

Sara M. Rodríguez se tituló el año 2006 de Biología Marina en la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), y actualmente se desempeña como académica en la misma universidad que la vio crecer profesionalmente.

icono Fecha
14 de Septiembre de 2023
icono Autor
Jean Pierre Molina
icono Categoría
Noticias, Ciencias, Cibas

Sara siempre estuvo relacionada al mar, pues es de Concepción y su padre, al igual que ella es biólogo marino. En los últimos años de su enseñanza media ya tenía claro a qué se dedicaría el resto de su vida. “En la enseñanza media me fui al electivo biológico, porque ya tenía unas inclinaciones a la biología. Era un interés muy romántico, el de la playa, yo nunca pensé que me iba a dedicar a lo que me dedico hoy en día o que me iba a dedicar a números, a la ecología o filogenias. Mi interés fue más romántico, me gustaba la playa, me gustaban los animales, me gustaba el mar y me gustaba la biología marina”, comentó.

Por su paso como estudiante en la UCSC, ella recuerda que nunca fue una estudiante destacada, pero que en cuarto año se interesó por el área ecológica y fue ayudante del profesor Patricio Camus y del profesor Mario George-Nascimento. “Mario George-Nascimento, Patricio Camus y Guillermo Herrera fueron los profesores que más me marcaron y con los que más aprendí en las áreas de ecología y zoología. En el área de química, la profesora de química general, Elizabeth González, me enseñó bastante”, señaló.

Una vez terminado el pregrado, Sara se fue a Melinka a trabajar a SERNAPESCA durante casi todo el año 2007. “Trabajar en el servicio público te entrega herramientas que no aprendes en otro trabajo. Fiscalizábamos la pesca del erizo, locos y de peces. Además, el contacto con los pescadores, las recolectoras y los pobladores en general fue una experiencia enriquecedora”.  A mediados del 2008 Sara vuelve a la UCSC a trabajar en investigación con Mario George-Nascimento. “Ahí ya me di cuenta que quería seguir en investigación y comencé a escribir mis primeros papers para tener curriculum e irme a estudiar un Magister a Brasil”.

El año 2010 Sara llega a Brasil a realizar un Magíster en Parasitología Animal. “Yo ahí aprendí de parásitos de vacas, chanchos y caballos y especies domésticas. Fui a trabajar mucho con taxonomía, el estudio de la morfología, de conocer las especies de animales, las características físicas de los individuos. Eso se ha perdido y allá se estaba trabajando, fue una experiencia bastante linda y buena”, recordó.

 

Mundo laboral y un estilo de vida

En cuanto a lo laboral, ella estuvo trabajando cinco años Ad-Honorem (sin sueldo) en la Universidad Austral de Chile, casa de estudios donde además realizó el Doctorado en Biología Marina “Nosotros somos capital humano avanzado y hay pocas posibilidades de inserción, entonces tenemos la obligación de seguir haciendo clases, publicando, a seguir trabajando, porque necesitas currículum para desarrollarte en el área de las ciencias” y así ser competitiva a la hora de postular a un cargo, explicó.

Más tarde, vuelve a la casa de estudios que la vio forjarse profesionalmente para dictar las clases de Antropoceno y Ciencias del Mar y Seminario de Investigación para pregrado, clases de Biodiversidad para Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos y Seminario para el Magíster en Ecología Marina. “Nunca me imaginé volver acá, justo se abrió un cargo y me lo gané. La inserción aquí fue más rápida, muchos de mis colegas actuales me hicieron clases”, complementó.

Finalmente, Sara con sus años de experiencia en el mundo de la biología marina aconseja observar, dar importancia a los sistemas vulnerables y por sobre todo dudar. “Los estudiantes y las nuevas generaciones deben aprovechar a los académicos más jóvenes que llegan con nuevas ideas, nuevos conceptos, que se pueden acoplar un poco a los conocimientos que tienen ellos. Ser bióloga marina es un estilo de vida, yo voy a la playa, a un lago o a cualquier lugar y siempre estoy observado a mi alrededor, mirando los “bichos”. Ser bióloga marina es una pasión más que una profesión”.

slider-img